INGREDIENTES: 100gr de azúcar moreno, 200gr de mantequilla sin sal, 300gr de harina de repostería y esencia de vainilla.
ELABORACIÓN:
Mezclar en un bol la mantequilla a temperatura ambiente (a punto pomada) y el azúcar moreno con ayuda de unas varillas, hasta que el se integren. Añadir una cucharadita de esencia de vainilla y mezclar un poco más para que el azúcar se disuelva en la medida de lo posible. Incorporar la harina tamizada poco a poco, para que os resulte más fácil, hasta que obtengáis una masa manejable con las manos y que se despegue perfectamente de las paredes.
Formar pequeñas bolitas de masa que aplastaremos para dar forma redondeada a nuestras galletas. Ir poniéndolas sobre la placa del horno en la que habremos puesto papel de hornear o un silpat. Aplastarlas un poco más con la palma de la mano o con un tenedor, así saldrán unos pequeños surcos en la superficie de la galletas como los que veis en las fotos. Si las queréis de sabores este es el momento de ponerles encima lo que tengáis a mano. Meterlas en el horno precalentado a 180ºC durante unos 8 minutos o en cuanto estén doradas. Retirarlas a una rejilla para que se enfríen y se endurezcan.
Estas galletas están riquísimas y no pueden ser más fáciles, las había visto varias veces en internet y hoy me he decidido a hacerlas, se hacen en un momento y se comen antes todavía. Se les puede poner lo que más os guste, yo las he hecho variadas: coco, almendra picada, fideos de chocolate, pepitas de chocolate, azúcar y canela, caramelos... en fin multitud de posibilidades. Espero que os gusten tanto como a nosotros.
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